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¿Baila la música electrónica al ritmo de los derechos de autor?

Los beats, loops y samples son una parte esencial de la composición de la música electrónica. Sin embargo, es fundamental conocer los derechos de autor de estos sonidos.

Imagen de Pexels de un productor de música electrónica
Imagen de Pexels

La composición de música electrónica y géneros urbanos están llenas de beats, loops y samples, es decir, de secuencias sonoras que se repiten en bucle a lo largo de un tema. Éstas suelen obtenerse de canciones creadas por otros autores.

Por ello, es fundamental respetar los derechos de los creadores y conocer cuáles pueden ser las consecuencias legales de utilizar músicas ajenas.

Conceptos básicos de la música electrónica

Beats, loops y samples puede sonar desconocido para los que no pertenecen a la industria musical. Estos conceptos proceden del inglés y sirven para definir las muestras de sonido que se usan en la música electrónica. Así, un beat es un golpe o marcación que determina el ritmo. En este sentido, cabe mencionar, que los productores que crean beats son conocidos como beatmakers.

Por su lado, los loops consisten en uno o varios samples sincronizados que ocupan generalmente uno o varios compases musicales exactos y son grabados o reproducidos enlazados en secuencia una vez tras otra dando sensación de continuidad. El término se puede traducir como «bucle».

Propiedad intelectual de la música

Todas las creaciones artísticas tienen un propietario legal. En cuanto a las obras musicales, hay que distinguir entre el autor, el productor de fonograma y el artista. El autor es el creador intelectual de una canción o tema musical y, como tal, es el propietario de la composición.

De esta forma, la composición —derechos editoriales–, se refiere a la letra, la melodía y el beat. Dicho derecho le pertenece a los compositores, letristas o a los productores que participan en la composición de la canción como, por ejemplo, crear el beat. Por su lado, la grabación sonora —derechos del máster— se refiere a la grabación final de la canción. Dicho derecho le pertenece a los intérpretes.

Licencias y problemas con los derechos de autor

Empecemos por el principio: un productor hace un beat y lo sube a su tienda online, cualquier artista puede comprar ese ritmo y descargarlo directamente. El productor por la compra del beat cede al artista una licencia de uso con la que el artista tiene una serie de derechos de usuario para crear y distribuir la canción. Ese acuerdo de licencia es la prueba legal de que el productor ha dado un permiso de uso al artista.

Es importante destacar que el productor de un sonido como, por ejemplo, un beatmaker, podrá decidir qué hacer con sus ritmos. Eso sí, es importante tenerlos registrados. Asimismo, los beats están protegidos con Content ID — sistema de huella digital que se utiliza para identificar y administrar fácilmente contenido con derechos de autor– y sin acuerdo legal pierde toda validez.

Música libre de derechos

Cuando un compositor decide crear un loop a partir de la fijación de toda o parte de una obra musical que pertenece a otro artista, debe recurrir previamente al titular de los derechos patrimoniales sobre esa obra para solicitar su autorización.

Lo que está claro es que para poder usar una obra de otro artista hay que pedir permiso previamente. La alternativa para los compositores y productores que no tienen presupuesto para derechos de autor son las músicas libres de derechosroyalty free.

Asimismo, la música sin derechos de autor también es aquella que pasa a dominio público.  Pero, ¿cuándo vencen los derechos de autor de la música? La correspondiente obra musical estará protegida setenta años después del fallecimiento del autor. Si la obra tiene más un autor, el supuesto de los setenta años se aplica tras la muerte del último de los autores.