Gucci, Balenciaga, Zara, Adidas o Nike ya han dado el salto.
En los últimos meses, los bienes virtuales han despertado el interés de los usuarios y numerosas marcas reconocidas se han sumado a esta nueva tendencia.
De compras por el metaverso
Lo primero de todo, ¿Qué es el metaverso? Se trata de un mundo virtual al que nos podemos conectar desde cualquier dispositivo y en el que, a través de un avatar –identidad virtual que escoge el usuario de una computadora o de un videojuego para que lo represente en una aplicación o sitio web. Estos pueden ser iconos personales en forma bidimensional o imágenes gráficas tridimensionales tales como figuras cómicas–, podemos interactuar en su interior.
Así, los nuevos consumidores, representados por un avatar, se visten, juegan, compran e interactúan con otros como si estuvieran en la calle. Aquellos que hayan visto Ready Player One de Steven Spielberg, seguro que saben de qué se trata.
Se trata de un universo paralelo lleno de nuevas oportunidades para las marcas, dado que pueden desde vender activos digitales –NFT– hasta ofrecer servicios como la atención posventa.
Desde Nike hasta Balenciaga
Balenciaga es una de las pioneras. El año pasado la marca presentó su colección otoño/invierno a través de avatares virtuales. De hechop, sus prendas están disponibles en videojuegos como Fortnite. Asimismo, la compañía anunció que la empresa está desarrollando un equipo dedicado a explorar las oportunidades comerciales en este tipo de plataformas.
Por su lado, Nike se ha aliado con la plataforma de videojuegos Roblox para crear Nikeland, un universo digital donde los usuarios podrán vestir a sus avatares con prendas de la marca. De hecho, la firma de moda deportiva cuenta con un responsable de metaverso: Eric Redmon, que trabaja en el departamento tecnológico de la compañía desde 2015, y ha sido el encargado de liderar dicho proyecto.
Zara no iba a ser menos. Por ello, ha lanzado una colección con la marca surcoreana Ader Error que puede comprarse tanto en formato físico, como virtual, a través de la plataforma surcoreana Zepeto.
¿Cómo se protegen los artículos y las marcas en el mundo virtual?
Los NFT son bienes indivisibles, tienen un valor completo y, debido al contrato inteligente con el que están creados, no se pueden destruir, eliminar o replicar. Así, el bien intangible se obtiene en propiedad y pasa a formar parte de una única persona. Los NFT se guardan en wallets o monederos digitales, como ocurre con las criptomonedas o bitcoins.
Pero, ¿cómo se protege legalmente un producto de moda en versión virtual? Pues bien, la ley actual no esta adaptada a dicho escenairo. Y es que, ni España ni la Unión Europea cuentan con leyes específicamente adaptadas a este entorno que permitan la comercialización segura de productos. Por ello, el proceso se realiza a través de las vías habituales para otros productos: en las oficinas de registros de Propiedad Intelectual.
Sin embargo, en la Clasificación de Niza –método, enfocado al registro de marcas, organiza los productos y servicios en diferentes categorías asociadas a una actividad concreta.–, ninguna está pensada para productos cotidianos que solo existen en el mundo virtual.
Tampoco podemos olvidarnos de la ausencia de fronteras en el universo virtual, dado que los límites no existen. Mientras que en el mundo real, las patentes y las marcas tienen limitaciones geográficas, en el virtual es todo mucho más difuso.
Por último, y no por ello menos importante, la protección de datos y privacidad de los usuarios también se encuentra en el punto de mira.